26/08/2013: Eslovenia

El día amaneció muy nublado pero por el momento sin lluvia. El precio del hotel incluía el desayuno, así que aproveché y desayuné como si no fuera a comer. Salí de Zagreb a eso de las 9:30 en dirección Eslovenia. A los pocos kilómetros, como no podía ser de otra manera, empezó a llover.

La lluvia no duró mucho y pude proseguir, pasé la frontera y paré a comprar la vineta, necesaria para circular por las autovías eslovenas. La de 7 días, que es el mínimo, vale 7.5€ en el caso de las motos.

Seguí la marcha hasta Ljubljana sin más contratiempos. El tiempo me dio una tregua suficiente para visitar el casco antiguo de la ciudad.

En cuando salía de la capital eslovena, de nuevo empezó a llover, esta vez con bastante violencia.

Me refugié en un área de servicio, al igual que bastantes motos más, donde dado la hora que era, me comí un bocadillo y aproveché que en Eslovenia hay Wifi en casi todas las áreas de servicio para buscar algún â€oSobeâ€? cercano a Postojna, donde quería visitar sus famosas cuevas.

Encontré bastantes y como no tenía nada mejor que hacer mientras la lluvia seguía cayendo, me los anoté en un papel para tenerlos a mano al llegar.

Al cabo de 1h más o menos la lluvia pareció detenerse casi por completo, así que no me lo pensé mucho y salí a recorrer los pocos km que me separaban de la localidad de Postojna.

En cuanto llegué al pueblo vi uno de los â€oSobeâ€? que tenía anotados, paré a preguntar y no me lo pensé dos veces. La habitación era realmente grande, tenía mesa, sillas, armario y perchas (Para secar la ropa) y una enorme cama de 2x2m. Lo mejor de todo su precio, 15€. Tras descargar las maletas y dejar secando algunas cosas, monté para dirigirme a las cuevas, que se encuentran a escasos 3km del pueblo.

Llegué y aparqué en el parking, que es de pago, pero gratuito para las motos. Decidí dejar en la moto los pantalones y la chaqueta impermeable y, Murphy mediante, mientras caminaba los escasos 500m del aparcamiento a las taquillas, me cayó todo el agua del mundo. Resignado a empaparme continué hasta la entrada, pagué los 22€ que vale y me senté en la cafetería. La visita empezaba a las 16h y eran las 15:30 así que la espera resultaría más amena ya que también había Wifi.

A las 16h monté en el trenecito que me conduciría al interior de la cueva. A‰sta mide unos 21km, de los cuales se visitan 5km aproximadamente. 2Km en el tren de la ida, 1.5km a pie y otros 2km del tren de vuelta.

Cuando bajas del tren hay varios puntos de inicio de las visitas en función del idioma. Yo me fui al del inglés y me quedé cerca del guía para poder seguir sus explicaciones. La visita resultó de lo más interesante, las formaciones (Estalactitas, estalagmitas y pilares) son increibles, y me sorprendió ver también unas que llamaban cortinas, que se formaban al resbalar el agua por el techo de la cueva.

El paseo se me hizo corto, no podía dejar de mirar las caprichosas formaciones de carbonato cálcico.

La visita a pie termina en la â€oConcert caveâ€?, una enorme cueva abovedada que tiene un eco bestial, de hasta 6 segundos. La llaman así porque antiguamente habían hecho conciertos ahí dentro. Actualmente no los hacen debido al efecto perjudicial para la cueva de albergar a tantas personas.

Cuando salí de la visita, que en total duró 1.5h aproximadamente, por fortuna ya no llovía e incluso lucía un poco el sol.

De vuelta al â€oSobeâ€? pasé por el supermercado y compré la cena y el desayuno, y es que si se puede, mejor ahorrar…

Aunque no era tarde estaba cansado debido a la tensión de conducir lloviendo con tanto tráfico, así que me quedé leyendo un buen rato hasta la hora de cenar.

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