Aprovechando el día festivo de La Constitución, mi amigo Álvaro y yo decidimos salir un par de días con las motos, yo con mi F800GS y él con su R1100GS.
La idea era salir desde San Lorenzo de El Escorial, subir hasta el Alto del León en Guadarrama por la pista forestal de Abantos y de ahí enlazar con un track de Wikiloc, que nos llevaría hasta Zamora por pistas.
Llegar hasta Peguerinos no nos costó demasiado, pero de Peguerinos en adelante empezamos a tener que ir con mucho cuidado por la nieve y sobretodo el hielo. En una subida donde sabemos por otros anos que suele acumularse mucha nieve nos paramos a la mitad porque no lo veíamos claro, y aprovechamos al ver bajar un ciclista, que nos recomendó darnos la vuelta ya que pasada la nieve había mucho hielo y había visto un coche con serios apuros.
Así pues, decidimos que era mejor una retirada a tiempo, y de Peguerinos bajamos a Santa María de la Alameda para volver a El Escorial por el puerto de la Cruz Verde.
Habíamos perdido 2h y hecho 100km de más, aunque como tampoco teníamos prisa sólo nos reímos del hecho. Subimos al Alto del León desde Guadarrama y tras unos km de asfalto por la N-VI empezamos con las pistas, con una densísima niebla meona y temperaturas de alrededor de -2ÂoC.
Al cabo de un rato por fortuna la niebla se dispersó (O nos alejamos de ella) y empezamos a ver el sol y la temperatura ascendió lo justo para sentirnos más cómodos. Circulando por una pista tuve un mal presentimiento por no ver bien el camino y me asusté, frené tan de golpe que además de calar la moto en 3Âa derrapé varios metros. Cuando logré reponerme del susto vi a Álvaro en el suelo detrás de mi. Sus Metzeler sobre la hierba mojada no fueron capaces de parar la moto y terminó en el suelo sin consecuencias. Tras levantar la moto vimos por qué me había asustado, y es que el camino terminaba en un terraplen de unos 4m que desembocaba en otro camino perpendicular. Pudimos bajar con mucho cuidado pero subir hubiera resultado imposible debido a la pendiente.
En este punto estuvimos un rato parados intentando enderezar la maneta de embrague de Álvaro, que estaba muy alejada del manillar y le ocasionaba dolores en la mano. Se nos había hecho la hora de comer así que decidimos interrumpir un rato el track para acercarnos a Maello, a escasos 2-3km donde comimos un par de bocadillos y descansamos un poco.
Tras la comida, regresamos al track y continuamos sin demasiados problemas hasta un punto en que el track atravesaba la autovía. No vimos ningún paso subterráneo y tan sólo vimos una pasarela peatonal que cruzaba por encima. Como no tenía escalones, estaba asfaltada y era ancha, cruzamos por arriba. Álvaro resbaló en una curva en la bajada ya que estaba el metal pulido y patinaba como si fuera hielo. Tras cruzar, nos incorporamos a la autovía por unos km para salir al poco de nuevo a pistas.
La tarde transcurrió tranquila y nos cayó la noche (Bastante temprano, cosas de estas fechas) y continuamos hasta Zamora ya sin luz natural.
Teníamos una reserva en el Hotel Rey Don Sancho de Zamora, que localicé por Trivago y resultó ser el más barato, 43⬠los dos en una habitación con dos camas. Realmente nos hubiéramos contentado con cualquier cosa, pero resultó ser un hotel moderno, amplio, muy limpio y con wifi gratis.
La nota negativa fue recibir una llamada de recepción cuando estábamos tranquilos tras ducharnos diciendo que un hombre maniobrando había tirado al suelo una de nuestras motos. Yo aún me estaba vistiendo y Álvaro bajó a todo correr para encontrarse mi moto en el suelo. Realmente hay quien es patoso conduciendo, porque precisamente era mi moto la más cercana a la acera y a la entrada peatonal del hotel, era más difícil darle a mi moto que a la de Álvaro, que estaba del lado de los coches mucho más expuesta, pero siempre hay quien se las apana para conseguir lo más difícil… Las consecuencias fueron el manillar y alzas desplazados, defensa doblada tocando el carenado, matrícula doblada y lo que más me fastidió, el soporte de mi nueva cámara partido.
En fin, por lo menos me tranquilizó ver que exceptuando el tema de la cámara, que tenía intención de estrenar al siguiente día, no pasó nada que nos dejara sin la sesión de campo del día siguiente.
Tras coger las chaquetas bajamos al centro de Zamora a pie, el hotel se encuentra a unos 2km del centro, pero el camino se hace rápido y es prácticamente en linea recta. Había leído que la zona de marcha era por la calle Herreros y fue todo un acierto. Entramos en un garito la mar de chulo llamado Mesón Bayadoliz que nos llamó la atención desde la calle porque tenían la plancha frente a la ventana y vimos como asaban carne con una pinta estupenda. Sólo puedo decir que acertamos de pleno, estaba a tope pero encontramos un lugar en la barra, donde pudimos reírnos con el proceso de toma de pedidos (Sin anotar nada, todo de memoria) y entrega, que se realizaba llamando al cliente a grito pelado y en un tono un tanto lastimero (Robertoooooo! Jejeje). Comimos unos bocadillos, unos cuadrados (Así llaman a los sandwiches), pinchos de pollo y cerdo, oreja y canas varias, estando todo riquísimo y amenizado con rock estatal (Marea, Extremoduro, etc.). Lo mejor fue cuando pedimos la cuenta y pagamos 15⬠por una cena que casi no pudimos ni terminarnos.
De ahí nos metimos en un garito de rock/heavy muy majo, lástima de la poca afluencia de público (Sería temprano) porque la música de Deep Purple, Guns’n Roses, etc.) estaba de lo más chula.
Se puede ver la ruta y descargarla en Wikiloc