Viaje 2019: La previa

En diciembre de 2017 fuimos a un concierto a Madrid y nos quedamos a dormir en casa de Álvaro y Aran. Mientras turisteábamos por el centro de Madrid entre Álvaro y yo surgió algún comentario acerca de nuestro viaje juntos a Rumanía en 2014 y de que nos gustaría volver.

-Yo este verano no puedo, que ya lo tengo comprometido.

-Nosotros con lo de la casa este ano tampoco…

-¿Al siguiente?

-Hecho.

Y así, de esta forma tan tonta les dijimos a nuestras respectivas parejas que en el verano de 2019 volveríamos a Rumanía. No sabíamos ni cómo, ni qué ruta tomaríamos ni nada, pero ya había germinado la idea. Nos bastaba con eso.

En febrero Álvaro me daba una sorpresa pidiéndome si podía ir a ver una R1200GS Adventure LC a un concesionario de Barcelona ya que estaba interesado en su compra y al final la cosa cuajó y Álvaro vino a Barcelona en el AVE y se volvió montado en moto, El Acorazado, como él la apoda.

Dos R1200GSA LC, un destino más o menos claro… Qué más necesitábamos? Bueno… Decidir la ruta. Y reconozco que esto último lo fui retrasando (Netflix es lo que tiene…).

Sólo tenía claro que esta vez tendríamos tiempo de sobra en Rumanía y que sí o sí íbamos a hacer la TransfÄfgÄfrÄfE™an, que tuvimos que abortar cuando en 2014 rompimos dos motos en un cráter ucraniano, la R1100GS de Álvaro y mi ex-F800GS. Link a la crónica.

Como yo además tenía la espinita clavada de no haber podido visitar Kiev pese a que estuve dos noches, Kiev (Kyiv en ucraniano) iba a ser otro de los POI del viaje, y estando en Kiev teníamos Chernóbyl cerquita… A mí no me importaba volver y a Álvaro y Aran les encantaría ir, así que volvería a visitar la zona de exclusión de Chernóbyl y Prípiat.

La ruta definitiva la fui definiendo en las semanas previas al viaje, lo cierto es que apurando casi hasta el día de la salida.

Pocas semanas antes de salir nos surge un problema, y es que a Noelia le hacen una modificación en su contrato laboral y le liquidan las vacaciones acumuladas hasta entonces. Por el dinero no había problema, pero no le permiten coger las tres semanas de vacaciones previstas inicialmente, ni como permiso no retribuido, sólo una. Cuando parece que voy a irme solo encontramos una solución intermedia. Encontramos un vuelo de la companía low-cost WizzAir directo de Barcelona a Cluj-Napoca (Rumanía) y con unos pocos retoques a la ruta consigo cuadrarlo para que estemos en Cluj-Napoca la noche que llega Noelia (Un viernes) y pueda hacer el último tercio del viaje con nosotros.

Tras decidir que era buena idea repetir con la opción ferry Barcelona – Civitaveccia (Entre 4 y comprando los billetes con antelación sale muy económico) empecé a dibujar la ruta.

Las fechas: Del 31 de agosto al 21 de septiembre de 2019.

La ruta prevista

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