Fin de semana trail por la Sierra de Gredos: Sábado

El sábado nos levantamos y tras desayunar en el hostal donde nos alojábamos (Hostal El Fogón de Gredos) salimos a hacer una ruta siguiendo algunas recomendaciones que Diego, nuestro guía del día anterior, nos dió.

La ruta combinó campo, asfalto y caminos rurales, con tierra y asfalto es mal estado. Estuvo muy interesante y pudimos disfrutar de paisajes muy bonitos.

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Fin de semana trail por la Sierra de Gredos: Viernes

Para el puente (O mejor dicho fin de semana de 3 días) del 1 de Noviembre, los companeros del Foro F800GS organizaron un fin de semana trail por la Sierra de Gredos.

Yo me incorporé a los demás el día 1, puesto que el 31 salí tarde de trabajar y tardaba 2h en llegar desde casa. El lugar de encuentro fue el pueblo de Guisando, muy cercano a Arenas de San Pedro.

A?bamos 3 BMW F800GS (A“scar, Pepe y yo), una Honda Africa Twin (Carlos) y una Gas Gas 300 (Diego, nuestro guía).

Diego nos llevó por caminos, arrastraderos y cortafuegos y varios pueblos de los alrededores. Tuvimos mucha suerte de que no hubiera llovido porque con el suelo mojado hubiéramos tenido serios problemas, y es que al fin y al cabo, llevamos motos trail de más de 200kg.

El viernes hicimos 100km desde que salimos hasta que volvimos a Guisando para comer, pero menudos 100km… Subidas y bajadas, pistas rápidas, caminos estrechos, piedras, tierra…

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Metzeler Karoo 3

Tras el viaje a los Balcanes los neumáticos estaban un poco perjudicados, y además no me gustó nada el comportamiento en mojado de los Bridgestone Battlewing a medida que fueron envejeciendo. Tenía dos opciones, volver a las Heidenau K60 Scout, que me han ido siempre estupendas, o probar algo un poco más agresivo.

Tras barajar varias opciones, como las Mitas E-10 (Que descarté por su comportamiento en mojado) o las Continental TKC-80, que descarté por precio, decidí dar una oportunidad al nuevo modelo de Metzeler, los Karoo 3.

Por el momento estoy muy contento con el resultado. Ya las he probado en carretera seca, mojada y campo sin demasiado barro y me han gustado. En campo con tierra suelta funcionan muchísimo mejor con poca presión. Imagino que en barro no serán maravillosas, pero usando la moto a diario no quiero montar una rueda más agresiva que penalice en carretera.

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Cambio de kit de arrastre

Con 34000km y tras el viaje a los Balcanes, necesitaba cambiar el kit de arrastre. Durante el viaje tuve que tensar la cadena unas 4 veces y el eje estaba ya casi atrás de todo del basculante, amén de que la cadena tenía algunos eslabones medio gripados y sonaba al pasar por el pinón.

Tras valorar distintas opciones me decidí por un kit de arrastre de la marca italiana Ognibene ya que uno de mis proveedores en Sierra Overland los distribuye y además la cadena era DID.

Kit de arrastre

El montaje es bastante sencillo, basta con retirar el protector del pinón de ataque (3 tornillos) y aflojar el tornillo. Ojo, si no se tiene una pistola de impacto neumática es recomendable aflojar el tornillo antes de quitar la cadena, manteniendo la rueda trasera frenada.

Pinón de ataque

Para sacar la cadena vieja es necesario pasar la radial a los dos remaches de un mismo eslabón y desmontarlo para abrirla.

El kit de Ognibene trae el útil para remachar la cadena, es relativamente sencillo hacerlo, hay que pasar la cadena por su sitio y poner el eslabón remachable con sus tóricas, luego se pone el eslabón de cierre y con el útil se remacha en su sitio, quedando la cadena perfectamente cerrada.

Para cambiar la corona hay que quitar la rueda trasera sin olvidar retirar el captador del ABS trasero primero, para evitar danarlo. La corona va fijada por 6 tornillos M8 en las primeras F800GS o M10 en las siguientes. Es importante respetar el par de apriete (25Nm en los tornillos M8) para no alabear la corona.

Corona

Tras colocar de nuevo la rueda trasera sólo queda ajustar la tensión de la nueva cadena y apretar el eje a 100Nm.

Después de cambiar el kit de arrastre la moto va mucho más fina, sin el silbido que venía notando anteriormente y completamente silenciosa al moverla en parado.

Kit de arrastre

 

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29/08/2013: Salida hacia Barcelona

Mi último día no se presentaba demasiado interesante… Tenía por delante unos 190km de lo más aburridos, por lo menos a partir de Grosseto…

Llegué a Civitavecchia bastante temprano, sobre las 13h, mi barco salía a las 22:30 y debía estar ahí 2h antes, pero yo estaba ahí con bastante más antelación… Decidí hacerme unos bocadillos para gastar lo menos posible en el barco, así que localicé un gran supermercado a las afueras, donde pude dejar la moto en la puerta y a la sombra, compré pan, embutido y queso italiano rico y estuve sentado unas horas ahí leyendo a la sombra.

Cuando el sol se movió y el edificio ya no daba sombra decidí bajar al puerto, donde además de sombra había aire acondicionado.

La taquilla donde debía hacer el Check-In abría a las 16:30 así que continué con el libro un rato más. Vi aparcar detrás de mi moto una R1200GS matrícula espanola. Resultaron ser una pareja de Tarragona con la que entablé amistad. Estuvimos haciendo tiempo hasta que abrieron la taquilla y tuvimos nuestras tarjetas de embarque.

Antes de la hora ya estábamos dirigiéndonos al muelle 21, donde acababa de llegar el barco, el Cruise Barcelona de Grimaldi Lines. Vimos todo el desembarco de coches y camiones y a eso de las 20:30 nos dejaron pasar. Estábamos delante de la puerta así que entramos los primeros.

Subí rápidamente al camarote ya que quería aprovechar el haber embarcado pronto y elegir una cama de las de abajo y cuando llegué no había aún nadie. Me aduené de una de las camas bajas y subí a cubierta a ver el resto del pasaje embarcando y a cenar.

Sobre las 23:30 me fui a acostar, con la sorpresa de no encontrar a nadie en el camarote. En cubierta se notaba menos afluencia de gente que a la ida, y debía de ser cierto cuando yo iba solo…

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28/08/2013: Siena

Me desperté y desayuné en el bar del camping. Recogí los trastos y salí en dirección a Siena, donde tenía visto un camping y además quería volver a visitar la ciudad, que me encanta. Aunque pasaba por Florencia decidí no pararme, no me apetecía nada mezclarme entre las hordas de turistas…

Salí del camping con algo de sol pero había unas nubes sospechosas y muy negras en el horizonte. Por fortuna no cayeron más que unas pocas gotas y pude hacer camino sin complicaciones.

La Toscana tiene algo especial, con esas carreteritas reviradas y esas casas de piedra, los cipreses y vinedos… Me divertí de lo lindo curveando, visité un cementerio de soldados alemanes de la II Guerra Mundial y llegué a Siena.

Como de nuevo el cielo estaba totalmente cubierto y negro decidí ir primero al camping. Hice bien porque me dio tiempo a montar la tienda, soltar las maletas y se puso a llover. Esperé alrededor de una hora y aunque después paró, no estaba muy clara la cosa… Así que, ya que era la hora, decidí echarme una siesta y luego ir a visitar la ciudad.

Aparqué frente a una de las iglesias y continué a pie puesto que en teoría no se puede circular por el centro.

Digo en teoría porque a la práctica hay motos y coches, pero yo no quise arriesgarme.

Caminé por las calles empedradas, volví a ver la espectacular Piazza del Campo, famosa por la competición hípica llamada â€oPalio di Sienaâ€?. Como no podía ser de otra forma, compré un riquísimo helado y me senté en el suelo a observar la gente pasar.

Tras el helado, paseé un buen rato más, encontré una Wifi (Que las hay a patadas abiertas, pero todas de pago) y regresé al camping a cenar y a dormir.

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27/08/2013: Venecia y Bolonia

Me desperté pronto como siempre, había dormido la mar de bien, me duché y ordené toda la ropa y trastos de las maletas. Cargué la moto a eso de las 9 y pico salía de Postojna. Mi destino era Italia, ya que me quedaba poco para coger el ferry de vuelta y no quería pegarme el palizón a conducir el día antes. Aunque ya había estado y no me interesaba especialmente, decidí, ya que pasaba por delante, visitar Venecia.

Debo decir que en Italia las autovías son de pago, y bastante caras por cierto… Así que me dirigí por carreteras nacionales hacia Venecia. Estas carreteras son bastante cansadas, atraviesan muchos pueblos y cada vez que pillas un camión o un tractor cuesta mucho adelantar. Pero como dicen por mi tierra, â€ola pela es la pelaâ€?, así que por fin llegué a Venecia.

No recordaba que lo tienen montado de forma que es imposible dejar la moto en ningún sitio y por narices hay que pagar… Los pocos aparcamientos que hay lo saben y por supuesto se aprovechan de ello. Empezaba a estar un poco cansado de los italianos y su afán recaudatorio…

Tras dejar la moto en un aparcamiento me fui paseando por las callejuelas y canales hasta la Piazza San Marco y los demás lugares emblemáticos de Venecia. Aunque la ciudad está bien, terminé bastante agobiado por tanto turista, y es que llevaba demasiados días â€oaisladoâ€? de la civilización y los rebanos de turistas…

Tras comer algo rápido por ahí refresé al aparcamiento a paso más que rápido, no soportaba estar ahí ni un minuto más… Esto es un fenómeno que llevo tiempo observando, cada vez soporto menos las grandes aglomeraciones de gente, especialmente los rebanos de turistas…

Aunque había visto un par de campings antes de entrar a Venecia, era muy temprano y pensé en adelantar un poco más y dormir algo más cerca de Civitavecchia.

De nuevo por nacionales y esquivando coches lentos, camiones y tractores, avancé sin encontrar ningún camping. Llegué a Ferrara y nada, así que continué hacia Bolonia.

Llevaba rato viendo unos nubarrones negros la mar de imponentes, y por supuesto, empezó a llover.

En un momento empezaron a caer unas gotas gigantescas, que dolían como si fuera granizo, así que en cuanto tuve ocasión me refugié en una gasolinera. Creo que Murphy esta vez se apiadó de mi porque nada más parar la moto y quitarme el casco empezó una intensísima tormenta y un ventaval huracanado que mojó absolutamente todo lo que había bajo la marquesina de la gasolinera y arrastró y tumbó los carteles de ésta pese a tener pies de hormigón…

Estuve ahí cobijándome como pude contra la puerta (Porque la gasolinera estaba cerrada) durante más de media hora hasta que por fin la lluvia cesó y brilló algún tímido rayo de sol.

En 15km estuve en Bolonia y por fin vi una senal de camping, que seguí hasta encontrar. El camping estaba bien pero como todo en Italia era bastante caro, 17.5€ y 4€ más por poner una lavadora… Anoraba Bosnia y Herzegovina donde por 4 o 5€ pasaba la noche y la lavadora era gratis…

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26/08/2013: Eslovenia

El día amaneció muy nublado pero por el momento sin lluvia. El precio del hotel incluía el desayuno, así que aproveché y desayuné como si no fuera a comer. Salí de Zagreb a eso de las 9:30 en dirección Eslovenia. A los pocos kilómetros, como no podía ser de otra manera, empezó a llover.

La lluvia no duró mucho y pude proseguir, pasé la frontera y paré a comprar la vineta, necesaria para circular por las autovías eslovenas. La de 7 días, que es el mínimo, vale 7.5€ en el caso de las motos.

Seguí la marcha hasta Ljubljana sin más contratiempos. El tiempo me dio una tregua suficiente para visitar el casco antiguo de la ciudad.

En cuando salía de la capital eslovena, de nuevo empezó a llover, esta vez con bastante violencia.

Me refugié en un área de servicio, al igual que bastantes motos más, donde dado la hora que era, me comí un bocadillo y aproveché que en Eslovenia hay Wifi en casi todas las áreas de servicio para buscar algún â€oSobeâ€? cercano a Postojna, donde quería visitar sus famosas cuevas.

Encontré bastantes y como no tenía nada mejor que hacer mientras la lluvia seguía cayendo, me los anoté en un papel para tenerlos a mano al llegar.

Al cabo de 1h más o menos la lluvia pareció detenerse casi por completo, así que no me lo pensé mucho y salí a recorrer los pocos km que me separaban de la localidad de Postojna.

En cuanto llegué al pueblo vi uno de los â€oSobeâ€? que tenía anotados, paré a preguntar y no me lo pensé dos veces. La habitación era realmente grande, tenía mesa, sillas, armario y perchas (Para secar la ropa) y una enorme cama de 2x2m. Lo mejor de todo su precio, 15€. Tras descargar las maletas y dejar secando algunas cosas, monté para dirigirme a las cuevas, que se encuentran a escasos 3km del pueblo.

Llegué y aparqué en el parking, que es de pago, pero gratuito para las motos. Decidí dejar en la moto los pantalones y la chaqueta impermeable y, Murphy mediante, mientras caminaba los escasos 500m del aparcamiento a las taquillas, me cayó todo el agua del mundo. Resignado a empaparme continué hasta la entrada, pagué los 22€ que vale y me senté en la cafetería. La visita empezaba a las 16h y eran las 15:30 así que la espera resultaría más amena ya que también había Wifi.

A las 16h monté en el trenecito que me conduciría al interior de la cueva. A‰sta mide unos 21km, de los cuales se visitan 5km aproximadamente. 2Km en el tren de la ida, 1.5km a pie y otros 2km del tren de vuelta.

Cuando bajas del tren hay varios puntos de inicio de las visitas en función del idioma. Yo me fui al del inglés y me quedé cerca del guía para poder seguir sus explicaciones. La visita resultó de lo más interesante, las formaciones (Estalactitas, estalagmitas y pilares) son increibles, y me sorprendió ver también unas que llamaban cortinas, que se formaban al resbalar el agua por el techo de la cueva.

El paseo se me hizo corto, no podía dejar de mirar las caprichosas formaciones de carbonato cálcico.

La visita a pie termina en la â€oConcert caveâ€?, una enorme cueva abovedada que tiene un eco bestial, de hasta 6 segundos. La llaman así porque antiguamente habían hecho conciertos ahí dentro. Actualmente no los hacen debido al efecto perjudicial para la cueva de albergar a tantas personas.

Cuando salí de la visita, que en total duró 1.5h aproximadamente, por fortuna ya no llovía e incluso lucía un poco el sol.

De vuelta al â€oSobeâ€? pasé por el supermercado y compré la cena y el desayuno, y es que si se puede, mejor ahorrar…

Aunque no era tarde estaba cansado debido a la tensión de conducir lloviendo con tanto tráfico, así que me quedé leyendo un buen rato hasta la hora de cenar.

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25/08/2013: Zagreb

La manana se presentó nublada y tuve tiempo para recoger la tienda y los trastos y ponerme el impermeable. Cuando salía del camping empezó una intensísima lluvia que duró todo el trayecto hasta Zagreb. Mis botas, hasta ese momento impermeables, dejaron de serlo, el pantalón también me caló algo de agua en la zona del asiento, el casco estaba empapado por abajo y sólo llevaba los guantes de verano, que por supuesto, me destineron dejándome las manos azules…

Para más INRI, en el trayecto había poquísimos lugares donde refugiarse, así que al cabo de 40km cuando por fin vi una gasolinera, me metí debajo. Había otras dos motos y mientras estaba ahí esperando tontamente a que arreciara la lluvia, llegó una pareja alemana, él con una R1200GS y ella con una F800R.

Tras 15 o 20 minutos de mirar al cielo, que no hacía ningún amago de despejar, reanudé la marcha y proseguí los 90km que me quedaban hasta Zagreb.

En un área de servicio con Wifi busqué 2 o 3 â€oSobeâ€? para poder tender la ropa y secarme en condiciones, al entrar en Zagreb me dirigí al primero y pese a encontrarlo no había nadie…

Los otros dos no los encontré en el GPS así que terminé en un hotel, aunque algo caro, por lo menos pude secar toda la ropa, las botas, etc. y conectarme a internet.

Por la tarde me acerqué con la moto descargada a Zagreb, paseé por su barrio viejo, hice las fotos de rigor, me tomé un par de cervezas y compartí conversación con una pareja de espanoles que me había encontrado en el hotel.

Luego por la misma zona cené y ya de noche regresé al hotel.

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24/08/2013: Bosnia y Herzegovina y Croacia

Como de costumbre, me desperté sobre las 7 y pico de la manana y entre que recogí, desayuné y demás salía por la puerta a las 9. Paré a los 4 o 5km del camping para hacer unas fotos de la catarata que hay en el pueblo, Jajce, y tras ello seguí las indicaciones que me había dado el chico del camping, que creo que tenía buena intención pero pocas nociones de geografía, porque me indicó que para ir a Plitvice Jezera (Croacia) debía ir primero a Banja Luka y de ahí cruzar la frontera.

La vuelta supuso hacer el doble de km puesto que en vez de ir al oeste me fui hacia el norte, pero la verdad es que como ya es habitual, perderse vale la pena… La carretera era ancha, con el asfalto en relativo buen estado, muy poco tráfico y unos paisajes muy bonitos, andando muchos km en paralelo al río, con ese color turquesa tan habitual en los Balcanes.

Finalmente, crucé la frontera con Croacia, trámite que me temía muy pesado como cuando crucé de Montenegro a Croacia y todo lo contrario, cola de 1 minuto y 15 segundos de pasaporte, ni documentación de la moto ni nada más…

En cuanto crucé la frontera sólo debí recorrer 20km para llegar al parque nacional de Plitvice Jezera. Llegué a eso de las 15h y no había comido nada, así que lo primero que hice fue devorar un plato de longanizas locales muy buenas.

Por cierto, el parking del parque se paga, pero las motos entran gratis, me enteré porque el tipo de la barrera me hizo senas de que pasara a la vez que decía â€oGratz, freeâ€?.

Tras la rápida comida compré la entrada al parque, que vale 110 kunas para un día. Esto da derecho a coger los trenecitos (Que son Unimogs camuflados) que hacen el recorrido entre las 3 â€oStationsâ€? que hay en el parque, los barquitos y demás.

Yo tomé el trenecito para ir del Station 2 al Station 1, de ahí caminé un par de horas y cogí el barco que va de punta a punta del lago más grande, y luego proseguí la caminata durante 2h más.

Acabé un tanto cansado, pero lo cierto es que tenía unas ganas locas de bajarme de la moto y hacer cualquier otra cosa que no significara estar sentado.

Sobre las 8 de la tarde y con el sol poniéndose llegué a la moto y conduje los últimos 20km para llegar al camping. Tras montar la tienda y cenar con una pareja de catalanes â€ofurgoneterosâ€? que muy amablemente me invitaron, cosa que agradecí porque así no tuve ni que moverme, puse una lavadora ya que no me quedaba nada de ropa limpia. Además de hacer fresco, unos 14ÂoC, estaba cayendo un relente importante, así que me las ingenié para colocar una cuerda en uno de los comerdores cubiertos del camping. No había ni un solo gancho ni nada donde fijar la cuerda, pero pude apanarlo con un par de piquetas de la tienda aprovechando unas grietas de la pared. Menos mal que lo hice porque durante la noche llovió bastante, por lo que aunque no se me secó la ropa del todo, por lo menos no estaba empapada… Mi idea era emplear la técnica que ya había ensayado con anterioridad, consistente en doblar la ropa húmeda y guardarla en una bolsa de tela que posteriorme fijaría al topcase para que se secara con el aire y el sol. Qué ingenuo fuí…

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